Mia Couto: "El oficio de la poesía: entregarnos la palabra que nos hace nacer" por Washington Daniel Gorosito Pérez
(México, D.F.) Washington Daniel Gorosito Pérez
El escritor
mozambiqueño, Mia Couto, recibió el Premio FIL de Literatura en Lenguas
Romances 2024, evento con el que tradicionalmente se inicia la Feria
Internacional del Libro de Guadalajara- México.
Durante su discurso
se refirió a los periodistas: “Ustedes periodistas tienen la oportunidad de
darle más espacio a las noticias de las pequeñas cosas bellas que suceden en el
mundo”.
“En Mozambique
existen 28 lenguas indígenas africanas, con las que tengo contacto desde que
soy niño y que me colocan en relación con ese mundo de lo que no puedo ser
traducido”, dijo sobre su motor literario.
Ante un contexto
histórico de guerra y desplazamiento en su país natal, el escritor siente que
tiene la obligación de mantener la esperanza. “Cuando se habla de violencia, migración
forzada, en Mozambique la mitad de la población es refugiada y fue acogida por
países de alrededor, igual o más pobres. Eso no fue noticia”, observó Mia
Couto.
El escritor también
destacó algunas curiosidades lingüísticas en la mezcla de idiomas locales, que
hablan de un posicionamiento político inherente. Por ejemplo, en Mozambique hay
un 98% de la población negra y al extranjero se le dice blanco, pero no se
refiere al color de la piel, sino a la lengua.
“Si hablas su
lengua al instante ya no eres considerado blanco”, porque es una cuestión
lingüística, no racial”.
“No hay palabra
para decir naturaleza y eso quiere decir que hay otra manera de ver el mundo, entenderlo”,
ahonda. Hay una palabra alusiva a la semilla, que se usa específicamente para
hablar de enterrar un muerto.
Este tipo de
elementos dan cuenta de una forma de pensar, que desde su perspectiva será
necesaria para construir un mundo más bello.
Señala Mia Couto, “habla de una visión más orgánica,
más holística en pueblos que no tienen la palabra naturaleza, como que no la
necesitaran, rechaza la idea de ser el centro, la idea legítima de que estamos
aquí para administrar recursos”, consideró y manifestó el escritor que,
“salvamos la tierra si entendemos de manera diferente, una cuestión muy
anterior a la ecología, que es nuestra relación con el mundo”.
Para él, la
escritura es una especie de investigación biológica, a través de la cual
explora historias y perspectivas de su cultura.
“Lo difícil no es
ser escritor, en Mozambique, sino no ser escritor porque las personas están
constantemente contando historias y no hay una frontera entre lo privado y lo
público, sales a la calle y cualquier persona te cuenta la historia más íntima
de su vida. El material está ahí, lo importante es escuchar”, compartió Mia
Couto.
Recordó que tenía 9
años cuando se dio cuenta de ser “parte
de algo que no tenía fin”. “Mi padre puso su mano sobre mi hombro y preguntó:
“¿Te gusta?” Yo quería responder, pero no tenía palabras. Me faltaba un idioma.
Entonces, él que era ateo murmuró: “hijo mío, esta es tu iglesia”. Era el
anuncio de un destino, relato el escritor.
Con este episodio
de su vida, el galardonado con el premio FIL-2024, expuso una postura casi
religiosa con el lenguaje y encontró una relación con la literatura mexicana al
citar a Octavio Paz.
“Lo que Octavio Paz
vio en la grafía de las estrellas y lo que yo busco en la escritura: alguien
que me escuche y que intercambie su alma conmigo. Y que lo haga con tal
delicadeza que yo me convierta en esta otra criatura que me deletrea. Ese es el
oficio de la poesía: entregamos la palabra que nos hace nacer”.
Mia Couto se
declaró proveniente de un país donde los ríos y las piedras hablan con las
personas, los animales y los árboles, comparten silencios con los dioses. “No
estoy folklorizando lo que es, sobre todo, una sabiduría ancestral”, aclaró.
Profundamente
agradecido por el reconocimiento, Mia Couto subrayó la importancia del
encuentro con sensibilidades literarias provenientes de otros continentes.
“Debo decir que no
estoy aquí solo. Quiero compartir este galardón con todos los escritores de mi
país. Son ellos quienes, desde hace décadas, lucha para que Mozambique tenga la
visibilidad que merece. Los escritores
mozambiqueños, todos ellos, reafirman su identidad plural contra la herencia de
los estereotipos que pesan sobre África y sobre los africanos”, aseguró.
Subrayó que los
escritores africanos de la lengua portuguesa sufren una doble segregación: por
geografía y por la lengua en que escriben. “Nunca fue tan necesario rescatar
historias que nos devuelvan nuestra humanidad. Necesitamos rescatar un tiempo
que sea nuestro y un mundo al que sepamos dar un nombre”.
Culminó el
galardonado con el Premio FIL en Lenguas Romances 2024, que su literatura está
hecha con la intención de que alguien la escuche y lograr un intercambio entre
las dos almas.
“Que lo haga con tal delicadeza que yo me
convierta en esta obra criatura que me deletrea. Ese es el oficio del poeta:
entregarnos la palabra que nos hace nacer”.
A continuación
comparto el poema de Mia Couto titulado
EL OTRO IDIOMA
Interrogado
sobre su soltura
en portugués,
respondió:
-Tengo dos lenguas:
una para mentir
y otra para ser
engañado.
La profesora
además, preguntó:
-¿y cuál de ellas
es el portugués?
-ya no recuerdo, respondió.
(c) Washington Daniel Gorosito Pérez
Washington Daniel Gorosito Pérez es un escritor y periodista de origen uruguayo radicado en México
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