La gran depresión americana ...Gran crisis mundial...Segunda gran guerra (septiembre 2018) - Kim Bertran Canut
Tantas cosechas imprecisas, años 30, la gente está digiriendo, otros vomitando el crack bursátil del 29. Campamentos improvisados, camiones destartalados, abuelos, padres e hijos huyendo por las carreteras de tierra, con sus maletas y su silencio migratorio. Sin dinero, sin trabajo, sin hogar, sin ilusión. Los desheredados, los sintierra, los desnortados, marchaban hacia una búsqueda vital. Familias enteras con cuatro cacerolas y un fuego calentando el alimento espiritual y la sopa de pan… se vivía a base de leche en polvo, habichuelas secas, y patatas.
Prende la hoguera en los corazones de los
perdedores.
Aquel sueño
en que creían, en un lapsus, se convirtió en una cruel pesadilla. Una putada
del destino, brutal paliza al interior humano, toda una generación
desgarrada…hecha añicos.
Unos granjeros en el camino tiraban de un carro,
repleto de ropas, medias pintarrajeadas
y otros cacharros…mientras, para
espantar a los espíritus de la miseria y la desidia, entonaban a coro una
canción que hablaba de los tiempos que corrían por esos días:
“…Medio millón de botas
arrastrándose por el infierno
Yo era el crío del tambor. Amigo, ¿puedes darme una moneda de diez
centavos?...”
La gente perseguía un lugar
donde asentarse, trabajo y dinero para sobrevivir…Hacían tremendas colas para
recibir ayuda del gobierno.
Rebuscaban en las basuras, se
crearon “refugios”, los hombres saltaban a los trenes y viajaban en busca de
empleo. Con la desnutrición llegó la tuberculosis y los inmigrantes “peleaban”
por la faena con la población nativa…
La discriminación fue
espoleada por los grupos nacionalistas de derecha.
Recuerdo “Las uvas de la ira” que describe la
dramática supervivencia de la época y “Danzad, danzad malditos” que cuenta las maratones de baile, que se
organizaron en la gran depresión. Concursaban, desesperados por ganar unos
dólares para comer y dormir bajo techo…
Dorothea Lange “la fotógrafa del pueblo”, Arthur Rothstein, Walker Evans y Gordon Parks fueron algunos
de los encargados de documentar con imágenes y vivencias este periodo de
carencias y desequilibrio social…
Luego
llegaría el personaje del bigote, que para ganarse el pan, pintaba
cuadros sin vida y a la sazón, explosionó La segunda gran guerra mundial…
© Kim Bertran Canut
Barcelona
España
Kim Bertran Canut,
nace en 1960 en Pont De Suert (Lleida)
Actualmente reside en
Barcelona.
Dirigió (1996 a 2003)
junto a tres compañeros “la asociación cultural CATÁRSIS” Con sede en
Barcelona..
Se aficionó a la
literatura y a la fotografía siendo adolescente.
En 1993 publicó la
novela “Imaginación Atrapada” y en 2002”El Reflejo de los sueños en lunas rotas
(perdido en la eterna oportunidad)
Durante años ha
colaborado con Webs y revistas literarias: Catársis, Caminos, Factum,
EspacioUlises, Archivos del Sur, Barbante, Versos y Archipiélagos, Almiar,
Nagari...
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