¿Muerte de la poesía? por Alejandro Emilio Ramírez Ravelo








 (La Habana) Alejandro Emilio Ramírez Ravelo

 

1.

El 11 de mayo de 1997 la Inteligencia Artificial sepultó una de las actividades mitológicas del hombre moderno... Ese día el campeón mundial de ajedrez —vigente en ese momento— Garry Kaspárov —considerado por muchos el mejor jugador de todos los tiempos— era avergonzado por un artefacto creado por el hombre llamado Deep Blue.

A partir de ese momento el idolatrado ajedrez cayó en picada vertiginosa... Creo —y noten que digo creo— que ya murió: hoy —2023— no es una actividad como la conocíamos: un deporte sui géneris, una manifestación cultural, un arte — muchos lo entendíamos así— con indiscutible dosis de romanticismo... En la actualidad el jugador que se acerque a esta manifestación deportiva (siempre me refiero al juego al más alto nivel) con intenciones de sorprender a su oponente con alguna combinación, gambito o sacrificio en el estilo aquel que todos los aficionados al juego ciencia adorábamos: el estilo romántico... Deberá estar preparado para recibir una casi segura pateadura de trasero milimétricamente aplicada por los nuevos "nerd" del ajedrez: esos chicos inteligentes que poseen potentes ordenadores en casa y se dedican las 24 horas horas del día a estudiar infinidades de variantes de infinidades de posiciones que los poderosos motores creados con IA suministran en menos de un segundo.

Sí, se acabaron los tiempos de mi gentil campeón Capablanca, que piropeaba a las damas hermosas y prefería jugar dominó con sus amigos. 

Me extendí un poco en comentarles la sepultura del ajedrez por la sencilla razón de que, en mi juventud, tenía un sueño recurrente: ser campeón mundial de ajedrez (pueden reírse, no hay problemas). 

 

2.

Hace unos días el diario El Mundo publicó en uno de sus titulares:  «Una imagen creada con inteligencia artificial gana un premio internacional de fotografía, que su creador rechaza».  «El artista admitió que la fotografía había sido creada por una IA cuando le informaron de su victoria».

Más adelante, en el cuerpo del artículo, la periodista Elise Buet, amplía: «El autor de la imagen, el artista alemán Boris Eldagsen, ha declarado en su página web que se presentó al certamen "para averiguar si los concursos están preparados para que participen las imágenes creadas con IA". "No lo están" concluyó. También ha preguntado a sus seguidores: "¿Cuántos de ustedes sabían o sospechaban que era generada por IA?" "Las imágenes creadas por la IA y las fotografías no deben competir entre sí en un premio como este. Son entidades diferentes. La IA no es fotografía. Por lo tanto, no aceptaré el premio." ha añadido el artista, que ha declarado que espera que con su victoria y su negativa a aceptar el premio se pueda adelantar el debate sobre lo que se puede o no considerar como una fotografía». 

Este asunto relacionado con el arte de la fotografía y la IA me sirve para sazonar mis razonamientos, pero nada diré en esta dirección... Tal vez mi amigo, el exquisito fotógrafo, Kim Bertran Canut, pueda aportar algo en la misma. 

 

3.

Hace unas horas —seguramente con cierto retraso, debido a mi desconocimiento del mundo digital— descargué de Play Store una aplicación útil —según se dice, aún estoy medio perdido con ella— para el diseño: se nombra «Canva»

Entre sus opciones está «Canva docs» y dentro de la misma encontramos: «Escritura mágica», una opción de IA en pleno desarrollo, según sus creadores... 

Allí, empleando mi móvil tecleé: "Escríbeme un haiku (la hoy famosísima estrofa japonesa) empleando las palabras: presagio, puerto, cangrejo".  Y miren lo que me devolvió en menos de nada:

«Presagio en puerto,

El cangrejo se esconde,

Olas de incertidumbre.» 

Bueno... No es el gran haiku soñado, pero tampoco está tan mal... Es verdad que el último verso posee siete sílabas métricas y no las cinco que me dicen son las correctas, aunque he visto algunos haikus con esa misma distribución métrica y nadie ha sido sentenciado por ello...

Es más: me atrevo a asegurar que el poema creado por la IA de «Canva» — que aún no debe ser muy potente— es mucho mejor que cientos de los que veo en la red.

De inmediato me comuniqué con mi amiga y colaboradora Xio Lemas y le mostré el haiku. Le expliqué cómo lo había obtenido y comenzamos a debatir el asunto... ¿Es poesía o no es poesía?¿Cuántas personas andan presumiendo sus poemas — sabrá Dios a qué nivel— con la ayuda de la IA? Hago notar que ya existe debate sobre esta situación... Y en internet pueden encontrarse aplicaciones que nada más pedirle un poema... Te lo da. Y puedes especificarle las palabras claves para que las integre dentro del texto, la dirección sicológica del poema, si alegre, minimalista, inspiracional (así dice)... Es verdad que no te ofrece un resultado definitivo... Pero puede darte un punto de partida, facilitarte un desbloqueo, suministrarte una idea...

Por ejemplo: en el ya expuesto haiku comencé a bromear con Xio y vean las variantes que se me fueron ocurriendo:

Variante 1.

Si yo digo: 

«Puerto, presagios...

Olas de incertidumbre:

Llora un cangrejo». 

Y está perfecto.Y ese "Olas de Incertidumbre", suministrado por la IA, sin que yo lo pidiera, domina el poema. 

 

Variante 2. (Color sugestivo) 

«Presagios... Puerto...

Escóndese el cangrejo:

Las olas púrpuras» 

En ”modo terror":

 

Variante 3. 

«Presagia el Puerto...

El cangrejo se esconde:

Olas de sangre». 

La conversación con Xio vino a dar en los «senryus», que tengo entendido son más permisivos en el último verso —porque en el «haiku» debe referirse a un aspecto de la naturaleza. 

Propusimos entonces: 

Variante 4 

«Presagios... Puerto...

Escóndese el cangrejo:

La muerte púrpura». 

Y en la misma cuerda: 

 

Variante 5. 

«Presagia el puerto...

Olas de incertidumbre:

Verdugo, espada». 

Y le digo a Xio: Podemos hacer cambios, especialmente en el último verso, y regresar al «haiku», digamos... 

Variante 6. 

«Presagio y puerto...

Escóndese el cangrejo:

¡Espada oceánica!» 

 

¿Preferimos «senryu»? ¡Venga otro! 

Variante 7. 

«Presagio y puerto...

Escóndese el cangrejo:

Saetas verdes». 

 

¿Despedida?... Aquí vamos, un haiku: 

Variante 8. 

«Miedos, presagios...

Olas de incertidumbre:

Adiós, cangrejo». 

 

Puede que alguien prefiera uno más definitivo: 

Variante 9. 

«Miedo en el Puerto...

Olas de incertidumbre:

Murió el cangrejo». 

 

¿Dramático y contradictorio? ¿Por qué no?... Toma un senryu: 

Variante 10. 

«Puerto y puñal...

Escóndese el cangrejo:

¿Azul, la Muerte?» 

 

¿Amable y misterioso? Un haiku: 

Variante 11. 

«Niños y puerto...

El cangrejo: sus olas.

Marea negra». 

En este punto, creo que Xio se estaba aburriendo y me expresó su preocupación de que le fuera a romper una muela al cangrejo... Pero esos detalles no me amilanan: 

Variante 12. 

«Vuela cangrejo...

Incertidumbre y cueva:

Muela apedreada.»  

Doce variantes —espero que comprendan que podemos seguir elucubrando textos hasta uno de esos infinitos borgianos—, doce variantes, querido lector, a partir de un texto sugerido por una modesta IA. 

Es broma... Pero lo es porque lo digo:  Si omito todo lo dicho y defendiera cualquiera de esos poemas —incluyendo el suministrado inicialmente por la IA— desde la crítica literaria y la exégesis poética creo que pudiera hacer creer a muchos de ustedes de la validez y los valores líricos del texto poético... 

No pretendo ser definitivo... No, pero estamos en problemas: ¿Dónde quedará la honestidad del poeta? ¿Puedo confiar en la sinceridad lírica de un texto creado con la ayuda de una IA?... ¿Y cómo diablos sabré que me están ofreciendo un artificio o un texto escrito con lágrimas y sangre verdaderas?. 

Tal vez esté siendo pesimista o esté sufriendo una recaída de mis instintos conservadores —en lo que al Arte Poético se refiere— y esté observando demonios donde no los hay...  Tal vez el futuro de la poesía se entregue bizarramente a la creatividad de un potente ordenador... Y, en definitiva, esa posverdad no sea tan dramática... Tal vez sólo sea un negacionista del futuro que ahora, en el presente que dentro de una fracción de segundo será pasado, se atrevió a titular su nota con una interrogante alarmista: ¿Muerte de la Poesía?.

 

 (c) Alejandro Emilio Ramírez Ravelo


Alejandro Emilio Ramírez Ravelo. Nacido en 1967 en Jobabo, Las Tunas. Cuba.

Poeta, narrador y crítico literario. Ingeniero Mecánico. Universidad de Camagüey.

Segundo lugar del I Certamen Internacional de Poesía "Natalio Valbuena Parra", convocado por la Academia Nacional e Internacional de Poesía A. C. Sede Tapla. Dependiente de la Ilustre y Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. México 2023.

Tercer Premio del III Certamen Poético Internacional "Composición con la estrofa Julia", convocado por la Asociación Espejo de Alicante. España. 2023.

Tercer Premio en la modalidad de «Sonetos» del 1er Certamen Internacional de Poesía, Sonetos, Microrrelatos y Haikus " Homenaje a Juan M. Fangio", convocado por el Centro Cultural Kemkem. Argentina. 2022.

Mención en la modalidad de Poesía del II Concurso Internacional de Cuento y Poesía "Julio Cortázar", convocado por la SADE, filial Lomas de Zamora, Buenos Aires. Argentina. 2022.

Mención de Honor, Poesía, del 79⁰ Concurso Internacional de poesía y narrativa "Camino de Palabras 2023". Instituto Cultural Latinoamericano de Junín, provincia de Buenos Aires, Argentina. Seleccionados dos de sus sonetos para integrar la Antología Internacional "Camino de Palabras".

Seleccionado entre los cincuenta finalistas del IV Certamen Internacional de Poesía Aliar para integrar la IV Antología del certamen. Aliar Ediciones. España. 2022.

Finalista del Tercer Concurso Internacional de Cuento "20 años de Revista Archivos del Sur".  Revista Archivos del Sur. Argentina.   

 

 



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