El Quijote en el discurso de Peri Rossi del Cervantes 2021 - Washington Daniel Gorosito Pérez
Cristina Peri Rossi (c) Glauco Capozzoli |
(México, D.F.) Washington Daniel Gorosito Pérez
Hace unos días la escritora hispano- uruguaya
Cristina Peri Rossi, recibió en manos de quien delegó el honor, la actriz
argentina Cecilia Roth, por encontrarse la galardonada en delicado estado de
salud el máximo premio literario de las letras es español: el Premio Cervantes,
entregado por el rey Felipe VI en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de
Henares, que fuera declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1988,
cuna de Miguel de Cervantes.
El jurado del premio destacó de Peri Rossi: “su
trayectoria como una de las grandes vocaciones literarias de la actualidad en
una gran variedad de géneros y su compromiso continuo con temas contemporáneos
como la condición de la mujer y la sexualidad”. También recordó la marca del
exilio en su vida al señalar que su obra “puente entre Iberoamérica y España,
ha de quedar como recordatorio perpetuo del exilio y las tragedias políticas
del siglo XX”.
La pieza discursiva del ganador/a del
Cervantes como coloquialmente se le denomina, obligatoriamente ha de glosar
sobre la figura u obra de Cervantes. En el caso del discurso de Cristina Peri
Rossi comparto sus comentarios sobre el escritor español más universal y sobre
su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha:
Tres libros leídos muy tempranamente me
conmocionaron: El diario de Ana Frank, La Madre de Máximo Gorki y Don Quijote
de la Mancha. Este último, con un diccionario a mi lado. Fue el más difícil de
leer y el que me provocó sentimientos más contradictorios.
No había leído nunca un libro donde el autor
declara que su protagonista estaba loco, pero a la vez, me emocionaba que su
propósito fuera deshacer entuertos y establecer la justicia, cosa que me
parecía harto razonable dado el estado del mundo y de mi propio barrio, donde
muchas vecinas venían a contarle a mi abuela, una viuda que había criado a
siete hermanos huérfanos y a tres hijos, también huérfanos, que sus maridos
borrachos las golpeaban o se jugaban el escaso dinero en los caballos o se iban
de putas y maltrataban a sus hijos. Como deseaba yo que apareciera Don Quijote
con su flaco Rocinante a salvarlas de los golpes y del maltrato.
Yo misma me irritaba cuando Don Quijote
confundía molinos con gigantes, y llegué a pensar que Cervantes en realidad
ridiculizaba a su personaje para probarnos que la empresa de cambiar al mundo y
establecer la justicia era un delirio. Hasta que en los capítulos XII, XIII y
XIV del libro me encontré con el relato y el discurso de Marcela.
Marcela es codiciada y asediada por los
hombres por su belleza y por su riqueza. La
acusan de ser la culpable del suicidio de Grisóstomo, al que se negó, y
en un sorprendente discurso rechaza a los hombres, al matrimonio y a las
relaciones d poder entre los sexos: reclama su libertad, y para eso se aísla de
la sociedad y se refugia en el campo, como una pastora más.
“Yo nací libre y para poder vivir libre
escogí la soledad de los campos”, dice. Como Helena, en la Ilíada, maldice el día en que nació, o
como en Eurípides, Helena se rebela contra la sociedad que considera la belleza
como único atributo de la mujer.
De este modo Cervantes desacraliza la belleza
como atributo femenino, y convierte a
Marcela en una heroína trágica: para conservar su libertad frente a los hombres
que quieren poseerla, dominarla, renuncia a la vida social, aislándose del
mundo, huyendo de los hombres.
Por supuesto, esta heroína, posteriormente,
sería calificada de histérica, frígida y neurótica al no asumir el rol que le
asignaba la sociedad patriarcal. La comprensión que manifiesta Don Quijote
hacia un personaje femenino real me hizo pensar que la locura puede ser un
pretexto de exclusión de aquellos que esgrimen verdades incómodas, lección que
evidentemente aprendí, pagando un precio muy elevado, hasta el día de hoy, pero
si volviera a nacer, haría lo mismo.
Desde mi vida he intentado como Doña Quijota
“desfacer” entuertos y luchar por la libertad y la justicia, aunque no de
manera panfletaria o realista, sino alegórica e imaginativa.
A veces me ensombrece el ánimo el miedo a que
la maldad y la violencia sean en realidad una constante de la existencia
humana, y a lucha entre el Bien y el Mal, se eternice, o sea ridiculizada, como
ocurre en el mismo libro de Cervantes.
(c) Washington Daniel Gorosito Pérez
Washington Daniel Gorosito Pérez es un escritor y periodista de origen uruguayo radicado en México
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