8 años sin Carlos Fuentes, un enamorado de Buenos Aires
tapa del libro Los cinco soles de México - Carlos Fuentes editorial Seix Barral Biblioteca Breve |
(México, D.F.) Washington Daniel Gorosito Pérez
El escritor mexicano, Carlos Fuentes Macías, sin lugar a
dudas ha sido uno de los escritores más destacados que ha dado México al mundo
en el siglo XX. Nació en Panamá el 11 de noviembre de 1928, debido a que su
padre laboraba en la Secretaría de Relaciones Exteriores y estaba cumpliendo
servicio diplomático en ese país centroamericano.
Quizás desde ahí quedará el estigma en el futuro escritor
del multiculturalismo en el que se formó, pero siempre estando marcadas sus
actividades por ese enorme amor a México y su cultura, de la que fue un gran
representante en todo el mundo.
Su infancia y adolescencia estuvieron marcadas por los
destinos de su padre, vivió y estudió en Washington D.C, Buenos Aires, Río de
Janeiro, Santiago de Chile, Montevideo, Quito también en Ciudad de México y algunos países europeos. Todo esto
marcará la formación del joven Fuentes y lo irá dirigiendo a ese cosmopolitismo
que será una característica resaltante de su personalidad.
La última entrevista,
la concedió al diario El País de España, en la ciudad de Buenos Aires,
cuando asistió como invitado de honor a la Feria del Libro de la capital
Argentina; en la que pronunció una conferencia magistral y fue ovacionado de
pie por una sala desbordante.
En ella, externo varios conceptos sobre su relación con la
ciudad. Fuentes dijo: “Amo Buenos Aires, un enamoramiento, un romance que nunca
dejo de ser”. “Me siento contento de estar de vuelta en Buenos Aires. La ciudad
de mi juventud, de mis amores y de mi vida”.
“Viví mucho en Buenos Aires porque mi padre llegó como
Consejero de la Embajada de México en 1943. Como el Ministro de Educación era
Hugo Wast, en la escuela se daba una educación fascista”. Y le dije a mi padre:
“Mirá, yo vengo de la Escuela Pública en Washington, no soporto esto”. Y mi padre
me dijo: “Tienes toda la razón, tienes 15 años, dedícate a pasear”. Y lo hice.
Durante un año me convertí en hincha de la orquesta de Aníbal Troilo,
“Pichuco”.
“La librería Atenea me alimentó con literatura argentina.
Aprendí a bailar tango muy bien en Buenos Aires. Tuvimos una cena en Montevideo
en 1999 que la dio el Presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti al
Presidente de México Ernesto Zedillo. Sanguinetti bailó el tango
estupendamente. Bailo con su mujer. ¡Guau aplausos!...Y le dije a Zedillo:
“Ahora usted”. Y el Presidente me dijo: “Carlos tu represéntame. Y yo baile con
mi mujer, el tango que aprendí a bailar en Buenos Aires. Representé a México,
gracias al tango”.
Fuentes era un hombre muy disciplinado y trabajador, en su
labor literaria decía no creer en las musas. Recordemos que según la mitología
griega y los escritores más antiguos, estas eran las inspiradoras de las artes.
Fuentes decía creer en el trabajo y el esfuerzo, se levantaba a las 7, se
preparaba el desayuno y se sentaba a escribir de 8 a 12.
Así desarrolló su vasta obra conformada por novela, obras
teatrales, relatos cortos, libretos de Opera, guiones cinematográficos y
ensayos; en ella salpican trozos de vanguardismo y del realismo mágico. Aunque
siempre el núcleo de su obra, con contadas excepciones, estará en la riqueza
histórica y sociocultural de México.
Fuentes al igual que su padre dedicó parte de su vida a la
carrera diplomática, ocupando diversos cargos; entre los años 1975- 1977 fue
Embajador de México en Francia, pero su principal labor para dar a conocer a
México en el mundo, fue la literatura. Obtuvo gran cantidad de premios y
reconocimientos por su obra, siendo el más importante el Miguel de Cervantes en 1987.
El martes 15 de mayo del 2012 día que en México se conmemora
al Maestro, a los 83 años falleció el escritor en un hospital de la Ciudad de
México víctima de una hemorragia masiva. Carlos Fuentes había escrito varias
veces sobre la muerte: “Qué injusta, qué maldita, qué cabrona es la muerte, que
no nos mata a nosotros sino a los que amamos”.
Recordemos que su hijo, también escritor Carlos Fuentes
Lemus, falleció a los 25 años en un hotel de Puerto Vallarta, Jalisco a causa
de un infarto pulmonar; padecía otros males derivados de la hemofilia que
sufría. En el 2005 falleció su hija Natasha Fuentes Lemus de 30 años, cuyo
cadáver fue encontrado en una vecindad de la Colonia Morelos de la Ciudad de
México, ambos hijos los había tenido con su segunda esposa la periodista Silvia
Lemus quien le acompañará hasta su muerte.
De su primer matrimonio con la actriz mexicana Rita Macedo,
relación que empezó cuando el poeta Octavio Paz los presento, tiene una hija
llamada Cecilia Fuentes que también es escritora. La actriz se suicidó en 1993
se dice que nunca pudo salir de la depresión en la que cayó profundamente
debido a la separación del escritor. Macedo había trabajado con directores de
la talla de Luis Buñuel, Arturo Ripstein y Miguel Zacarías.
Fuentes escribió sobre la muerte: “Querer sobrevivir a todo
precio es la maldición del vampiro que nos habita”.
“La muerte espera al más valiente, al más rico, al más
bello. Pero los iguala al más cobarde, al más pobre, al más feo, no en el
simple hecho de morir, ni siquiera en la conciencia de la muerte”.
El escritor Federico Reyes Heroles, dijo en la despedida del
escritor en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México: “Fuentes se tomó
en serio su oficio y eso debe de ser ejemplo para muchos. Fue generoso con los
escritores jóvenes, por eso murió el Día del Maestro”.
Quiero compartir algunos conceptos emanados de clases,
conferencias, entrevistas y discursos
que diera el escritor, los que me parecen fundamentales no sólo para
entender su obra, sino al intelectual,
al Maestro invitado y galardonado
con Doctorados Honoris Causa en universidades estadounidense, europeas y de
América Latina.
MÉXICO- “México será un país maduro el día que haya una
estatua de Hernán Cortés en el Paseo de la Reforma”.
HISPANOAMÉRICA- “Los países hispanohablantes sólo hallarán
un futuro viable si asumen su pasado, sin rechazos ni exclusiones y extraen de
él las lecciones precisas para establecer un proyecto propio y personal,
debemos estar listos para recibir al pasado si queremos tener un presente y un
porvenir”.
AUTOEXILIO- Para mí es indispensable estar fuera de México
por razones de higiene mental. Es un país muy enfermo en sus capas
intelectuales. La capacidad de resentimiento y de autodestrucción de la gente
es muy grande. Necesito ver el país de lejos. Hay gente que necesitar estar muy
cerca, como Rulfo. Yo no. Como Gogol
veía a Rusia, así veo yo a México”.
MÉXICO- INDÍGENAS- BLANCOS-MODERNIDAD- “No habrá al cabo ni
un México puramente indígena, ni un México puramente blanco, más no vale
valorizar dos cosas. La modernidad es fatal pero también puede ser libertad, si
la tomamos como oportunidad. México tiene muchas modernidades. Para el indígena
su cultura es su modernidad. Merecen respeto y hasta protección. Pero no
adulación que perpetúa su miseria, su ignorancia y su injusticia”.
EL QUIJOTE- “El Quijote de Cervantes es para mí la obra
maestra universal de novelística, la primera novela moderna y mi lectura
renovada, placentera y acostumbrada todas las semanas santas”.
DIOS Y LA LITERATURA- “Se me ocurre que a Dios no le gusta
la literatura, porque la literatura le arrebata a Dios tanto el cielo como el
infierno. Por eso Dios nunca escribe. Le encarga a sus “negros”, a sus ghost
writers, que lo hagan por él. Dios nunca escribe. Sólo dice. Es un orador. Un
jilguero”.
COMUNISMO- “El comunismo soviético terminó por arrastrarse a
la muerte como un gusano enfermo”.
GLOBALIZACIÓN- “La cultura global se convierte en un desfile
de modas, en una pantalla gigante, un estruendo estereofónico, una existencia
de papel couché. Nos convierte en lo que C. Wright Mills llamó: “robots
alegres”.
BOOM LITERARIO LATINOAMERICANO- “El llamado boom no surgió
de la nada. Fue precedido por grandes novelistas latinoamericanos como Onetti,
Carpentier, Borges y Asturias. Bebimos además en la gran revolución poética de
Neruda; Vallejo y Lezama Lima. Lo que hizo el boom latinoamericano fue
universalizar la tradición novelística de América Latina y abrirle el camino a
las extraordinarias generaciones que nos sucedieron, de Elena Poniatowska;
Ángeles Mastreta a Jorge Volpi e Ignacio Padilla, tan solo en México”.
DEMOCRACIA LATINOAMERICANA-
“Las democracias latinoamericanas, nuevas y frágiles, corren un gran
peligro: si no dan resultados de mejoría tangible para los millones de
latinoamericanos que viven en la pobreza, es probable que revirtamos a nuestra
más vieja tradición política, que es el autoritarismo”.
LA CONQUISTA- “Para los descendientes de españoles e
indígenas, la conquista fue un hecho cruel, sangriento y criminal. Fue un hecho
catastrófico pero no fue estéril. No permanecimos en el desastre, porque no
nacimos de él, de la catástrofe; de la conquista nacimos todos nosotros, los
indoamericanos; fuimos inmediatamente mestizos, hablamos mayoritariamente
español, símbolo de identidad; y, creyentes o no, nos criamos en la cultura del
catolicismo sincrético sin sus máscaras, indias primero y negras después”.
NOBEL DE LITERATURA- Cuando el escritor peruano- español,
Mario Vargas Llosa en el 2010 recibiera el Premio Nobel de Literatura, expresó
su deseo que Carlos Fuentes fuera el siguiente autor de habla hispana que
recibiera tal honor. Ante esta declaración Carlos Fuentes dijo: “Cuando se lo
dieron a García Márquez en el 82 me lo dieron a mí, a mi generación, a la
novela latinoamericana que nosotros representamos en un momento dado. De manera
que ya me doy por premiado”.
Termino con dos comentarios que hiciera otro mexicano
universal sobre Carlos Fuentes, me refiero a quien fuera su amigo varias
décadas y que recibiera el Premio Nobel de Literatura en 1990, Octavio Paz dijo: “Por su cosmopolitismo, Fuentes podría
parecerse a Cortázar el más lúcido y radical, valga la contradicción de
nuestros desarraigados”. Octavio Paz lo describió como “Un combatiente en las
fronteras del lenguaje, un explorador de sus límites”.
(c) Washington Daniel Gorosito Pérez
México, D.F.
Washington Daniel Gorosito Pérez es un escritor y periodista de origen uruguayo radicado en México
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