Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares: una extraña pareja por Magda Lago Russo

tapa del libro Los que aman, odian
de Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares, editorial Emecé


(Buenos Aires) 

La escritora uruguaya Magda Lago Russo nos presenta una nota sobre dos grandes escritores argentinos: Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares. Ambos integraban la revista Sur, dirigida por Victoria Ocampo. Escribieron en colaboración la novela Los que aman, odian. Formaron un matrimonio que duró varios años. Los dos provenían de familias tradicionales con una gran fortuna. 

Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares: Una extraña pareja 

(Montevideo) Magda Lago Russo 
Silvina Ocampo (1903 – 1993) le  llevaba once años, a Adolfo Bioy Casares (1914 – 1999), desde que lo vio por primera vez, vestido de blanco, hermoso como un dios, ya no pudo dejar de pensar en él. Se casaron y formaron una pareja particular. Ella, extraña y celosa, perdonaba todas las infidelidades de un hombre que, a pesar de todo, la adoraba. Nada cambió desde que era la hermana menor abatida bajo el peso de las otras: Victoria, la brillante; Rosa, Pancha y Angélica, con su aura la más ingeniosa de las cinco (la sexta murió hace tiempo). Silvina siempre  se evadió por los rincones, curioseando a los pobres. El suegro no la quería. Pero el colmo para él fue asistir al casamiento de su hijo, bello, talentoso, rico, con la de los Ocampo, la más insignificante, opinaría,  tal vez,  aunque ella tenía tanta plata como él.  La primera vez que Silvina lo vio, en 1933,  Adolfo llevaba una raqueta de tenis. Era tan bonito…  Le resultó un golpe al corazón. En ese momento ya se sintió dolorosamente celosa, Pero algo había en él, era   el desamparo  que revelaban  sus ojos. Silvina, podía resistir  todo menos el desamparo. Por lo demás, en ese rostro tan fino se insinuaba su  virilidad. Poco tiempo después, perfilándose como escritor Adolfo publica La invención de Morel. Le propuso casamiento siete años más tarde. Ella se preguntó por qué razón la elegía. Sospechó que por razones literarias. Aunque cada uno de los dos vivió por separado, ella más apartada y secreta, jugando a las escondidas, como siempre, los dos existieron en conjunto. En la pareja de Silvina y Adolfo cabían muchos, Silvina sabía todo, aceptaba todo y se callaba. Tenía  pavor de las noches en las que él tardaba en llegar. Escribieron juntos una novela policial de título elocuente, Los que aman odian. Fue una caricatura, porque estaba escrita en broma, y porque Silvina se había esforzado en adaptarse a los misterios de Bioy, que los resolvía con claridad, mientras que los de Silvina quedaban  en el aire... Extraña relación de pareja que no se pareció a ninguna, pero que lejos de ser una tranquila amistad fue un agitado amor. Silvina Ocampo murió en 1994. Bioy Casares las sobrevivió seis años.
Si se diera por terminada aquí la nota, quedaría una pobre imagen de Silvina, lo cual no es así. La figura de Silvina Ocampo resulta clave en la escena literaria argentina. Envuelta en uno de los ambientes culturales más prestigiosos, desarrolla sus principales intereses en dos ramas del arte: las artes plásticas y la literatura. Silvina siempre estuvo rodeada de escritores ilustres Por esa razón, entre otras, pasó casi inadvertida en el panorama literario-cultural del país. Tímida, se negaba a dar entrevistas, eligiendo el bajo perfil. Desde hace pocos años, escritores, críticos, investigadores y periodistas están recogiendo ese legado, y coinciden en que la propuesta estética de Silvina –su obra abarca poesía, cuentos, novelas, traducciones, pinturas y dibujos– redimensiona su lugar en la escena literaria nacional. La revista Sur publicó los primeros cuentos, poemas y traducciones de Silvina. La narrativa de Silvina Ocampo exhibió espacios cerrados; tensiones entre los juegos de poder y la venganza; máscaras y engaños; juegos de doble y erotismo, y un particular anclaje en lo fantástico. En sus escritura se bucea en la niñez y se problematiza la cuestión del género sexual, como en los cuentos Las vestiduras peligrosas y El vestido de terciopelo; Y así sucesivamente (1987) y Cornelia frente al espejo (1988) que  fueron sus dos últimas obras.
POEMAS DE SILVINA OCAMPO
Soneto del amor desesperado
Mátame, espléndido y sombrío amor,
si ves perderse en mi alma la esperanza;
si el grito de dolor en mí se cansa
como muere en mis manos esta flor.
En el abismo de mi corazón
hallaste espacio digno de tu anhelo,
en vano me alejaste de tu cielo
dejando en llamas mi desolación.
Contempla la miseria, la riqueza
de quien conoce toda tu alegría.
Contempla mi narcótica tristeza.
¡Oh tú, que me entregaste la armonía!
Desesperando creo en tu promesa.
Amor, contémplame, en tus brazos, presa.

Sobre un mármol

Tantos recuerdos juntos en el viento, 
tantos jardines juntos que recuerdan 
sin nadie nadie ya que los recuerde, 
tantas fuentes con ángeles, sirenas, 
tritones o cupidos o pescados, 
tanto mar en el sueño hecho de mármol, 
tantas flores de caña ya perdidas 
detrás de las mareas de los ríos 
y un moriré o no moriré muy pronto 
que dicen deshojadas margaritas 
en lugar de "me quiere" o "no me quiere".

De jardines ajenos”

Adolfo Bioy Casares

Subtitulado Libro abierto responde a la tarea, emprendida a lo largo de su vida, de recoger en cuadernos versos, frases, fragmentos de prosas que suscitaron  su interés.
Un Liberal podría ser definido aproximadamente como un hombre que, si pudiera hacer callar para siempre a todos los que engañan a la humanidad con sólo mover su mano en un cuarto a oscuras, no la movería.
Chesterton, Browning
***

Inscripción en un camión:
  ANTES TE SOÑABA, AHORA NO ME DEJAS DORMIR
  Pensé que el autor se dirigía a una mujer, se dirigía a su camión.
***
MRS. ASTOR: Mr. Churchill, si yo fuera su mujer, envenenaría su café.
MR. CHURCHILL: Mrs. Astor, si yo fuera su marido, lo tomaría.”

LA DAMA: Oh, Mr. Churchill, está usted borracho.
MR. CHURCHILL: Es posible, Madam, pero usted es horrible, y mañana yo estaré sobrio.
***
Gracias al estilo clásico y depurado de sus obras, a través de las cuales impulsó el género fantástico, en 1981 obtuvo la membresía a la Legión de Honor Francesa y, en 1986, fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Además, en 1990 fue distinguido con el Premio Cervantes, entre otros reconocimientos.
(c)Magda Lago Russo
Montevideo
Uruguay

Bibliografía
Attually notes.
Planeta Libros
Biografías y vidas.
Escritores org.
Magda Lago Russo es una escritora uruguaya
                                                   

Comentarios

Entradas populares de este blog

Acerca del cuento “El jorobadito” de Roberto Arlt Magda Lago Russo

¿Los zapatos de Van Gogh o los zapatos de Warhol? por Claudia Susana Díaz

Sobre el estilo indirecto libre en la escritura: Gustave Flaubert y Madame Bobary