La lectura entretiene y engrandece el alma... alimento para el espíritu por Kim Bertran Canut

(Barcelona) Encontrar un buen libro es ya un ejercicio artesanal de supervivencia creativa. Recuerdo aquellos tiempos adolescentes de entrar en librerías de viejo y pasar una tarde junto a Baroja, Unamuno, Dostoievski, Hesse o García Márquez, por citar algunos...Siempre salía satisfecho, con alguno bajo el brazo (redunde la redundancia). La lectura aprende a educarnos con letras que una vez unidas, forman vocablos que ensanchan nuestro primigenio vocabulario. La lectura seduce interiores que pensábamos dormidos o incluso inexistentes en nuestras vidas introspectivas y sedentarias, huecas de percepciones, volátiles, ligeras como una pluma de ave expuesta al vacío huracanado… Nos instruye a pensar por nosotros mismos. Dejamos suelta nuestra imaginación. La lectura nos ayuda a imaginar situaciones descritas por el autor, libres de interpretación, a las que crearemos paisajes, voces y rostros. Viajaremos por ciudades, atravesaremos sueños y blindaremos la historia con suc...