A 75 años de la muerte de Miguel Hernández el poeta de la resistencia por Washington D. Gorosito Pérez

(México, D.F.) Washington Daniel Gorosito Pérez

Miguel Hernández, fue a la escuela hasta los 14 años, debió abandonarla por la presión ejercida por su padre, autoritario y analfabeto para que se hiciera cargo del ganado. Su padre era tratante o corredor de ganado, especialmente caprino.
El escritor siempre tuvo enorme diferencias con su padre, que no comulgaba con la vocación de poeta de su hijo, llegando al grado de no visitarlo nunca cuando estuvo recluido en prisión, agonizando de tuberculosis y neumonía. Es más, la brutalidad era tal que su padre no fue a su entierro, dicen que el único comentario que externó en determinado momento, ante los cuestionamientos de la gente por la muerte del poeta, fue: “él se lo ha buscado”.
Miguel Hernández no tuvo la estrella de otros antifranquistas, intelectuales y artistas pro- republicanos quienes en los últimos días de la Guerra Civil Española, cuando ya se vislumbraba claramente que todo estaba perdido para la  Segunda República Española, buscaron la salvación del exilio en otras tierras.
Caminando con su soledad a cuestas y sin dinero, cruzó la frontera hacia Portugal, seguramente planeaba huir posteriormente del territorio luso, quizás a América. Pasados unos días de su ingreso a Portugal, la policía del dictador Antonio de Oliveira que gobernaría al país desde 1932 a 1968, lo arrestó y lo entregó a la Guardia Civil Española en el pueblo de Rosal de la Frontera.
En los bajos de la hoy Biblioteca Municipal, fue encarcelado el poeta, que posteriormente sería trasladado a Huelva y de allí a Madrid donde fue encarcelado. El 15 de septiembre de 1939 debido a las gestiones de José María Cossio, escritor y polígrafo, quien en 1948 será nombrado miembro de la Real Academia Española, con quien colaboró el poeta en la redacción de la enciclopedia taurina, fue liberado.
Viajó a Orihuela para reunirse con su familia. La Embajada de Chile le hizo un ofrecimiento para exiliarse en el país trasandino que el escritor no aceptó. Fue delatado por algunos habitantes del pueblo, un reconocido reducto ultraconservador y nuevamente fue detenido. Condenado a muerte recorrió varias prisiones, hasta ser confinado en el Reformatorio para Adultos de Alicante, dónde pasaría sus últimos días, enfermo y esperando ser trasladado a un hospital antituberculoso.
La autoridad le ofreció tratamiento médico si renunciaba a sus ideas, a lo que él poeta se negó rotundamente y falleció el 28 de marzo de 1942, víspera del domingo de Ramos. Miguel Hernández está considerado como el poeta d ela resistencia antifranquista y el fundador de una poesía de fuerte acento social, influida por el modernismo y la Generación del 27. Su primera poesía es la de más complejidad lingüística, con claras influencias de Garcilaso de la Vega, Góngora, San Juan de la Cruz, Juan Ramón Giménez y Rubén Darío.
Perito en lunas, fue su primer libro escrito en 1932 y publicado en 1933 con 42 poemas. Comparto la octava titulada Horno y luna, precisamente en la que aparece la razón del poemario que compuso Miguel Hernández:


Hay un constante estío de ceniza
para curtir la luna de la era,
más que aquella caliente que aquél ira,
y más, si menos, oro, duradera.
Una imposible y otra olvidadiza,
¿Hacia cuál de las dos haré carrera?
Oh tú, perito en lunas; que yo sepa
que luna es de mejor sabor y cepa.

(c) Washington Daniel Gorosito Pérez
México, D.F.

Washington Daniel Gorosito Pérez es un escritor y periodista de origen uruguayo radicado en México 

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